En una dehesa donde no existe el tiempo
Pozoblanco está inmerso en la dehesa más grande de Andalucía, una de las mejor conservadas del territorio nacional, y una de las más extensas y antiguas de toda Europa.
Este mar de encinas milenarias, rodeado por el conjunto de sierras que lo delimitan, da lugar a un paisaje realmente único, sin duda uno de los mayores tesoros naturales de nuestro país.
En noviembre de 2002, la UNESCO declaró Reserva de la Biosfera las Dehesas de Sierra Morena que, con sus 424.000 hectáreas, se convirtió en una de las mayores superficies protegidas del planeta.
Pocos lugares derrochan tanta belleza en todas las estaciones de año y en muy pocos se puede encontrar tanta paz y silencio.Una parte inseparable de la marcada personalidad de la dehesa de Los Pedroches son las enormes piedras de granito que surgen del interior de la tierra, del enorme batolito de granito sobre el que se asienta la Comarca de Los Pedroches y que da al terreno un aspecto aún más salvaje.
Pero aún quedan 3 grandes placeres por descubrir: amaneceres y atardeceres de cuento, y nuestro cielo en la noche, considerado por los expertos uno de los mejores de Europa para el avistamiento de estrellas.
Hoy, la dehesa de Los Pedroches, además de ser una de los mayores tesoros naturales de nuestro país, sigue siendo esencial para el desarrollo de la vida económica y social de esta tierra. De ahí el magnífico ejemplo que representa, porque su explotación a lo largo de los siglos no ha hecho más que aumentar su riqueza y belleza.
En una dehesa donde no existe el tiempo
Pozoblanco está inmerso en la dehesa más grande de Andalucía, una de las mejor conservadas del territorio nacional, y una de las más extensas y antiguas de toda Europa.
Este mar de encinas milenarias, rodeado por el conjunto de sierras que lo delimitan, da lugar a un paisaje realmente único, sin duda uno de los mayores tesoros naturales de nuestro país.
En noviembre de 2002, la UNESCO declaró Reserva de la Biosfera las Dehesas de Sierra Morena que, con sus 424.000 hectáreas, se convirtió en una de las mayores superficies protegidas del planeta.
Pocos lugares derrochan tanta belleza en todas las estaciones de año y en muy pocos se puede encontrar tanta paz y silencio.Una parte inseparable de la marcada personalidad de la dehesa de Los Pedroches son las enormes piedras de granito que surgen del interior de la tierra, del enorme batolito de granito sobre el que se asienta la Comarca de Los Pedroches y que da al terreno un aspecto aún más salvaje.
Pero aún quedan 3 grandes placeres por descubrir: amaneceres y atardeceres de cuento, y nuestro cielo en la noche, considerado por los expertos uno de los mejores de Europa para el avistamiento de estrellas.
Hoy, la dehesa de Los Pedroches, además de ser una de los mayores tesoros naturales de nuestro país, sigue siendo esencial para el desarrollo de la vida económica y social de esta tierra. De ahí el magnífico ejemplo que representa, porque su explotación a lo largo de los siglos no ha hecho más que aumentar su riqueza y belleza.